viernes, 1 de junio de 2018

19. El desconocido hospital de los Caballeros o de Ntra. Sra. de los Caballeros de la Alcazaba de Badajoz.

19.

El desconocido hospital de los Caballeros o de Ntra. Sra. de los Caballeros de la Alcazaba de Badajoz. Ya existía en el siglo XVI y pasó a llamarse de Ntra. Sra. de la Consolación, tras vincularse a la Cofradía de los Barberos aprobada en 1605.

® Pedro Castellanos
1 de junio de 2018


Posible arco de entrada al primitivo hospital de los Caballeros o de la Consolación.

Se sabe que en el siglo XVI, aparte del hospital de Santa Catalina la Vieja (1), situado en la calle del Campillo, existían otros como el de la Limpia Concepción (antes llamado de San Andrés), el de la Vera Cruz, o el de Ntra. Sra. de la Antigua Piedad que, salvo el de Santa Catalina, todos estaban vinculados a cofradías. Sin embargo, sé que existió otro más, aunque no tan importante como los tres últimos. Me parece incomprensible que haya pasado desapercibido por los investigadores de la ciudad. Era el hasta ahora desconocido hospital de los Caballeros, de Ntra. Sra. de los Caballeros, o de Santa María de los Caballeros, luego de Ntra. Sra. de la Consolación. Lo documento por primera vez el 21 de abril de 1571:
«Reconocimiento para el hospital de Ntra. Sra. de los Caballeros. Sepan cuantos [por] esta carta de reconocimiento de censo, vieren como yo, Alonso Delgado, hijo del portero, vecino de esta ciudad de Badajoz, digo que por cuanto yo hube por vía de compra y repaso de Pedro de Bustamante, vecino de esta ciudad, una viña, con diez olivos, término de esta ciudad, cerca de la huerta de la Granadilla, que tiene hecha para 2.500 cepas de viña, que alinda por una parte con viña de Álvaro Hernández Higuero, y de otra parte con viña de Pedro Pérez, aguadero, y con el camino que va a Telena y otros linderos. Con carga de cinco reales de plata de pensión y censo perpetuo [en] cada un año que del suelo y propiedad de la dicha viña se pagan al hospital de Santa María de los Caballeros del Castillo de esta ciudad, juntos, en una paga, por día de san Miguel de septiembre de cada un año».
El 14 de mayo del mismo año se otorgaba otro reconocimiento y lo cita como hospital de los Caballeros y de Ntra. Sra. de los Caballeros:
«Reconocimiento de censo para el hospital de los Caballeros. Sepan cuantos [por] esta escritura de reconocimiento de censo, vieren como yo, Juan de Portilla, vecino de esta ciudad de Badajoz, digo que por cuanto yo hube por vía de compra y repaso de Leonora ¿?, viuda mujer que fue Guadamiros y de Francisco Sánchez Guadamiros, una casilla a la calle del Monasterio de Ntra. Sra. de los Remedios (2), que está a la esquina. Que alinda por una parte con casas de las Rebollas, y por dicha parte con calles del rey. Que tiene una casa delantera y una cámara y una vuelta de un corralito. Con carga de 80 maravedíes de pensión y censo perpetuo en cada un año que del suelo y propiedad de la dicha casa se pagan al hospital de Ntra. Sra. de los Caballeros de esta ciudad, todos juntos en una paga, por Feria de Badajoz (3) de cada un año».
El 26 de mayo, también de 1571, se le vuelve a citar también con el nombre de hospital de los Caballeros o de Ntra. Sra. de los Caballeros y se mencionaba de nuevo que estaba en el Castillo:
«Sepan cuantos [por] esta carta de venta, vieren como yo, Rodrigo Díaz, barbero, vecino de esta ciudad de Badajoz, otorgo y conozco por esta carta, que vendo a vos, Francisco Rodríguez Centeno, vecino de esta ciudad, una casa con un corral que yo tengo en esta ciudad, al Castillo, yendo al hospital de los Caballeros. Que alinda por una parte con [texto tachado: casas de vos, el dicho comprador, y por dos] el dicho hospital de Ntra. Sra. de los Caballeros, y por dos partes con calles del rey, y con corrales de vos, el dicho comprador, y otros linderos. Con carga de 25 maravedíes de pensión perpetua y censo perpetuo en cada un año que del suelo y propiedad de la dicha pensión se le pagan al dicho hospital de Ntra. Sra. de los Caballeros».

Secciones del plano levantado por José de Gabriel Estenoz y José Fuentes Cruz en 1803. En rojo la puerta que todavía se conserva. Con la letra N torre de los Caballeros con el arco ya desaparecido.
Vinculación de la Cofradía de la Consolación o de los Barberos al hospital. Se cambia el nombre por el de hospital de Ntra. Sra. de la Consolación.
Documentalmente se puede demostrar que el hospital se fundó antes que la cofradía. Desconozco el motivo por el que se cambió el nombre de hospital de los Caballeros por el de la Consolación, quizá al hacerse cargo de él la cofradía, aprobada por el obispado en 1605, aunque ya debía de existir unos años antes. Como hospital de Ntra. Sra. de la Consolación lo documento por primera vez el 19 de diciembre de 1601:
«Venta para Álvaro García. Sepan cuantos [por] esta carta de venta real, vieren como yo, Francisco de Contreras y Catalina González, su mujer, vecinos de esta ciudad, que vivimos al Castillo de ella, vendemos por juro de heredad a vos, Álvaro García, vecino de esta ciudad, unas casas de morada que están en el Castillo, por bajo del hospital de Nuestra Señora de la Consolación, debajo del arco de la torre que allí está, linda con casas de ¿? y con la calleja de dicho hospital».
La casa, libre de toda carga, se vende por 330 reales de plata. Resulta interesante su situación, bajo el arco de una torre, que seguramente sería la de los Caballeros. Este arco aparece en pie todavía en 1803, en un famoso plano levantado por el sargento mayor de brigada José de Gabriel Estenoz y por el capitán José Fuentes Cruz, aunque dibujado por el último. No será hasta el 18 de mayo de 1616 cuando ya aparece la cofradía vinculada documentalmente al hospital:
«Para la Cofradía de Ntra. Sra. de la Consolación. Sepan cuantos [por] esta carta de reconocimiento de censo perpetuo, vieren como yo, Juan Grajera, cerero, vecino de esta ciudad de Badajoz, digo que yo tengo un pedazo de tierra, que será fanega y media en sembradura, poco más o menos, que alinda por una parte con el camino que va de esta ciudad al lugar de Talavera [la Real]. Y por otra parte con huerta de mí, el dicho Juan Grajera, y tierra de Diego Sánchez, carretero, y otros linderos, de que pertenecen dos reales de censo perpetuo al hospital de Ntra. Sra. de [la] Consolación en el Castillo, que llaman el hospital de los Caballeros. Que la dicha tierra la hube y heredé de Francisco Grajera, mi padre, con la dicha carga. Y ahora, por parte del dicho hospital y Domingo Yanes, su mayordomo, y de la dicha Cofradía de Ntra. Sra. de la Consolación, donde está sita y fundada la Hermandad y Cofradía de los Barberos de esta ciudad, donde se comprende la del dicho hospital, por ser toda una y andar [sic] en un mayordomo después que se instituyó la dicha cofradía, como de presente está, el cual me ha pedido haga el dicho reconocimiento a favor de la dicha cofradía».


Plano levantado por José de Gabriel Estenoz y José Fuentes Cruz en 1803. 
En el círculo rojo la puerta que todavía se conserva. 
La zona fue arrasada en la Guerra de la Independencia (1808-1814).
Desconozco la fecha exacta desde que la Cofradía de la Consolación se hizo cargo del hospital, que supongo sería antes de 1601. Tampoco sé si existió anteriormente una Cofradía de Ntra. Sra. de los Caballeros vinculada a él, como sí tenían los tres hospitales más importantes: el de la Piedad, el de la Concepción o el de la Vera Cruz. Sería interesante saber de dónde proviene el apelativo «de los Caballeros». Supongo que la iglesia, si existió antes, se pudo llamar en un principio de Santa María de los Caballeros. Tengo dos teorías: la primera es que se refiere a los caballeros de alguna de las órdenes militares que llegaron a Badajoz tras la reconquista cristiana en 1230 por el rey Alfonso IX de León. El canónigo Rodrigo Dosma Delgado cita en sus Discursos patrios de la real ciudad de Badajoz (capítulo VI), la presencia de una «casa de templarios». El caso es que la Orden del Temple fue abolida en el año 1312 por el papa Clemente V y por ello ocuparon esta casa los agustinos. Estaba situada junto a la puerta de Santa Marina, antes llamada Real Puerta de Jerez. Estos frailes se trasladaron después a la entonces parroquia de San Lorenzo, hoy parroquia de Santa María la Real (San Agustín). Habría que tener en cuenta que la Orden del Temple se llamó también Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón. La Orden de Santiago ya tenía su iglesia, luego llamada de las Lágrimas, cuyos restos hoy permanecen enterrados. La Orden de Calatrava tenía la iglesia de Santa María de Calatrava o de los Freyles. La segunda teoría, creo que la más sensata, es que los caballeros fuesen presos que se curaban en este hospital con asistencia de la cofradía. Algunos serían encerrados o ajusticiados en la llamada torre de los Caballeros, que probablemente sea un viejo torreón que está justo enfrente de la iglesia. Me afirmo en un texto que citan las actas municipales del 23 de septiembre de 1596: «Acordó esta ciudad que por cuando la torre donde se prenden los caballeros están desbaratadas las puertas; que don Baltasar de Tovar las haga aderezar y tenga las llaves mientras no hubiere presos». La RAE define el verbo prender como: Privar de libertad a una persona, principalmente poniéndola en la cárcel por delito cometido u otra causa. El cabildo municipal del 11 de octubre de 1596 citaba que se había dado la llave de la torre de los Caballeros para que la guardase el alcalde mayor del cabildo, el mencionado Baltasar de Tovar. Puede que el interior de esta torre, hoy desmochada, se utilizase como cárcel o en ella fuesen ahorcados. El caso es que de ser la torre mencionada está rellena de tierra, al menos la parte que actualmente se conserva, pero en la vista nº 2 aparece una puerta en la parte superior a la que se accedía por el arco hoy desaparecido a partir de 1803. Parece ser que esta torre es de origen árabe, de un recinto anterior más pequeño y sería una torre albarrana. Posterior a 1803 es el altar con arco de medio punto que mira hacia el este, que pudo albergar una cruz. Conserva una cornisa dentada y va rematada con dos pináculos, aunque parecen «flameros» portugueses. También quedan restos de pinturas murales. En la cara me mira al oeste se conserva una pequeña hornacina, quizá de una imagen de Ntra. Sra. de la Consolación. En la cara que mira al Guadiana se conservan restos de pinturas murales que imitan cortinajes y una columna. Puede que se emplease como altar de cultos externos. Esperemos que futuras excavaciones puedan confirmar el uso hospitalario de esta zona.


Torre de los Caballeros, de posible origen árabe.

Desde el año de 1616 no vuelvo a tener noticias del hospital de la Consolación, por lo que seguramente desaparecería poco después, quizá por el comienzo de las guerras con Portugal. La iglesia se encuentra en muy mal estado de conservación, pero todavía se aprecia su fábrica en el mencionado plano de 1803. De ella sobresalía una esbelta torre cuadrada rematada con cuatro pináculos con forma esférica, donde estaría el arco toral, y también se aprecia la parte trasera del presbiterio, que todavía conserva el acceso con escalones hacía el camarín, por el lado de la epístola, donde estaría la Virgen de la Consolación. Por el muro que mira hacia al Guadiana, se aprecia de arriba abajo una junta que indica que este camarín fue una ampliación de la ermita, junto con la parte que mira hacia la puerta de Carros, por lo que debió ser en un principio un pequeño oratorio. El hospital pudo tener su acceso principal por una puerta con doble arco, uno de medio punto y el exterior ojival, ambos de ladrillo.


Fotografía de los años 50 del pasado siglo. Todavía existía la zona de la antigua hospedería que aparece en 1803.
En el círculo rojo, lugar donde pudo estar la casa que se menciona debajo del arco en 1601.


Se habilita la zona como cementerio en 1821.
El 22 de diciembre de 1813 se dejó de enterrar en las iglesias de la ciudad por problemas sanitarios, excepto en las bóvedas de la catedral y la iglesia de San Gabriel, hoy llamada de la Concepción. Se verificó para ello el corral del convento de San Francisco, esquina a la entonces calle del Zumbadero, hoy Felipe Checa. Es decir, entre donde hoy se encuentra el edificio de Hacienda y la avenida Juan Carlos I. Esta puerta de arcos de ladrillo de la alcazaba que he citado antes, pudo ser reutilizada para la hospedería que aparece en el plano de 1803 y también para el cementerio allí habilitado el 15 de septiembre de 1821, tras abandonar el del corral de los franciscanos. El nuevo cementerio de la alcazaba utilizó las ermitas del Rosario y de la Consolación, abandonadas y sin culto, y las zonas contiguas a la torre de los Caballeros, donde todavía se pueden ver restos de inscripciones. Fue profanado en 1839, año en que fue inaugurado el del cerro del Viento. A él se trasladaron los restos del cementerio de la Luneta, situado en la dehesa de las Cuestas, inaugurado en 1833, al descubrirse que no era del fondo de propios de la ciudad y ser de propiedad particular.
Este arco de entrada a la hospedería y cementerio, a mi parecer, tiene una arquitectura demasiado significativa. El arco ojival es típico de la arquitectura gótica, de los siglos XIII al XV, época en la que pudo fundarse el hospital. En este caso podría ser del siglo XVI, es decir, tardogótico. Esta puerta, decorada con alfiz, recuerda a la puerta que está enfrente, que era entrada principal de la ermita, hoy semienterrada, y una ventana trasera de ladrillo, de estilo o influencia mudéjar. Recuerda al arco ojival, también de estilo mudéjar, pero de mejor calidad, de la calle San Lorenzo, antiguo hospital de San Andrés y luego hospital de la Concepción. Este edificio fue después ermita de la Paz y convento de Trinitarias hasta hace pocos años.

Arco mudéjar, siglos XV-XVI, del antiguo hospital de San Andrés, luego llamado de la Concepción de la calle San Lorenzo. Después fue convento de Trinitarias.

Notas:
(1) Ver entrada nº 12 de este blog: El hospital, la ermita y los tres conventos de Santa Catalina. 21 de enero de 2018. (2) Actual calle Bravo Murillo. (3) Se celebraba pasada la Pascua de Resurrección.