martes, 4 de julio de 2023

54. La Batalla de las Flores de Badajoz de 1965.



54.

La Batalla de las Flores de Badajoz de 1965.

 © Pedro Castellanos
4 de julio de 2023



Esta fiesta la organizaba el Ayuntamiento de Badajoz durante la Feria de San Juan como “día de la provincia”, por eso hay una sobre Mérida y otras localidades. Se celebraba el 29 de junio, día de san Pedro y san Pablo. Se llamaba así porque se lanzaban mutuamente miles flores (claveles), serpentinas y confetis entre aplausos. Se podría recuperar para dar más realce a las Ferias de San Juan, aunque quizá sin nombrar reinas y damas, algo ya muy arcaico. Y para evitar excesivos gastos, se podía celebrar cada dos años. O cada tres, como se acordó en 1968. También cada cuatro, como la Fiesta de las Flores de Campomayor Atraería bastantes turistas con seguridad.
Había mucha expectación ese año 1965, pues el número de carrozas participantes y el recorrido se había ampliado. Comenzaría en plaza de Reyes Católicos (delante de puerta de Palmas como en las fotos), avenida Ramón y Cajal hasta la esquina de la calle Bartolomé J. Gallardo (frente la Ciudad Juvenil del baluarte de Santiago), para dar la vuelta y hacer el mismo recorrido a la inversa. Empezaría a las siete de la tarde y duró algo dos horas.

La “reina del día de la provincia” de la carroza del ayuntamiento fue Encarnita Gutiérrez Barriga, vecina de Barcarrota y 18 años, que luego fue invitada por el Casino de Badajoz al término de la batalla a una cena de honor de la reina y damas de honor de su carroza. Su idea de la batalla era otra, pero le encantó. En la entrevista que le hicieron, dice que la carroza que más le gustó fue la de la Sociedad Hípica Lebrera, la de la Base Aérea, la de la Casa Regional de Valencia y la de Llerena. El ayuntamiento le mandó el diseño del vestido y la diadema se la regaló el ayuntamiento. Ella tenía un estanco en Barcarrota, pero su ilusión era ser locutora de radio. Sus compañeras de carroza fueron: María José Santaolalla, Merche Liso Rubio, María José Carande Rubio, Marijona Liso Rubio, María Chelo Salas Martínez, María Macías García, Elisa Checa Pinilla, Belén Cruz Caballero, María del Carmen Cruz Cancho, Guadalupe García Cancho, María García Pérez, María Isabel Reynolds Núñez, Meche Marzal Andrade, María Ángela Sánchez-Valverde Ugena, Carmen Carapeto y Márquez de Prado y Pilar Fernández García-Hierro.

El jurado estaba presidido por Francisco Cancho, como presidente. Los vocales eran muy conocidos, como el concejal Juan Salas Terrón, el maestro Francisco Rodríguez Arias, el que fuera presidente del Sindicato Provincial Textil Cecilio Reino Vargas, el escultor Ángel Zoido Pérez, el escritor y militar Enrique Segura Otaño, el arquitecto Eduardo Escudero Morcillo, Francisco Álvarez Buiza, Matías Mediero Pantoja (quien fuera hermano mayor de Bótoa) y el arquitecto Ventura Vaca Parrilla (como secretario). El fallo fue difícil, debido a la calidad de las carrozas. Los premios fueron:

  • Premio de honor, con 30.000 pesetas, a la carroza del Ayuntamiento de Mérida.


  • Primer premio, con 30.000 pesetas, para la del Tiro de Pichón.

  • Segundo premio, con 20.000 pesetas, para la Base Aérea.
  • Tercer premio, con 10.000 pesetas, para la del Ayuntamiento de Llerena.
  • Accésits para las de Elvas (Portugal), Campomayor (Portugal) y la del Sindicato Textil de Badajoz. 

Aunque en una foto aparece el alcalde entregando un cuarto premio que sería de otro año, pues se celebró en 1966 y 1967. En 1968 se acordaba celebrarla cada tres años, para dar más desahogo a las sociedades que no podían invertir grandes cantidades de dinero en ellas. Estos premios se entregaron en la tribuna de autoridades.




Como hemos visto, en esta batalla habían participado también dos ayuntamientos de Portugal, Elvas y Campomayor. Quizá de allí vino la decoración de flores artificiales, pues son especialistas en ella. Se habían colocado palcos para las familias de las participantes y una tribuna de autoridades, entre las que figuraba el gobernador civil (Francisco Santaolalla de Lacalle), el jefe de la Brigada Blindada (general Arévalo), el presidente de la Diputación de Badajoz (Adolfo Díaz-Ambrona Moreno), el alcalde de Badajoz (Emilio García Martín), el presidente de la Audiencia (señor Sánchez Valverde), los alcaldes de Elvas y Campomayor, etc.

La reina por el Casino de Badajoz era Josefa Pérez Bejarano y sus damas: Raquel Ayala Ayala, Josefina Jaramillo Hernández, Esperanza Zoido Martínez, Chon Pinilla González, Loles Orio-Zabala Calderón, Lidia Llorente de la Torre, Amalia Grajera Navarrete y Marisú de la Espina Santos.
La reina por la Sociedad Hípica Lebrera era Araceli Morales Arce de Márquez de Prado. Las damas: María Elena Aguirre Molina, Guadalupe Fernández González, Pilar Arrobas Vaca, Oti Díaz Ambrona y Llera, Isabel María Cano Franco, Pilar Matador Pérez, María del Pilar Rincón Salas, Paloma Martínez Mediero del Molino y Luz Cuéllar Reynolds.

La reina por la Real Sociedad Tiro de Pichón, que organizó una fiesta, era Marisol García Cancho. Las damas eran: Ana Celdrán Matute (imagino que hermana del ex alcalde de Badajoz Miguel Celdrán), Prado Ayala Marín, Marilí Albarrán Cáceres, Lourdes Cruz Cancho, Marisol Orio-Zabala Calderón (seguramente familia del periodista Antonio García Orio-Zabala que escribía el artículo), Clotilde López Cabo, y Conchita Pinilla González.

Fue todo un éxito, presenciado por miles de personas, participaron 17 carrozas. La ganadora del premio de honor por la Diputación de Badajoz fue la presentada por Ayuntamiento de Mérida (la que aparece en la foto con el acueducto de los Milagros), que participaba fuera de concurso como la del Ayuntamiento de Badajoz. La primera fue la del Ayuntamiento de Badajoz, con la del escudo; la del Casino de Badajoz, que era una bombonera; la de Mérida con el acueducto de los Milagros, con un nido de cigüeñas real, una fuente y columnas romanas y la señoritas vestidas de la época; la de la Base Aérea, que representaba un cohete hasta con humo y un globo Montgolfier, las señoritas iban vestidas de cosmonautas y de la época de París de 1818; La de Llerena, que representaba la iglesia de Ntra. Señora de la Granada y su fuente, las señoritas llevaban cintas con los colores de la bandera nacional que colgaban de la torre de la iglesia; la del Sindicato Textil, con una fuente y columnas de un templo griego; la del Tiro de Pichón, con una gran paloma de escayola que salía de una copa dorada (primero premio, foto de cabecera), su reina y damas de honor iban vestidas de distintos colores; la de Zafra, que simbolizaba una calesa tirada por caballos de madera, detrás una representación del castillo de Zafra (duques de Feria, hoy parador), con señoritas vestidas de extremeñas y andaluzas, por lo de Sevilla la Chica; la Sociedad Hípica Lebrera llevaba un monumental caballo sobre el que iba la reina saltando unos obstáculos y las señoritas vestidas de jocheys (jinetes de carreras); Almendralejo, con un gran trono para su reina y damas de honor vestida de blanco; la de la Brigada Blindada de Hernán Cortes, con una gran ruleta y cubiletes de juego con los dados de la suerte; la de la Casa de Valencia de Badajoz, cuya carroza era un gran abanico con estampas de la ciudad de Valencia (la del Cid), a los lados de la reina una señorita vestida de extremeña; la de Elvas (Portugal), con los escudos de Elvas y Badajoz y cuyas señoritas vestidas con sus trajes regionales; la de Villafranca de los Barros, que representaba una arquería con unos grandes papagayos; Campomayor (Portugal), que representaba una típica calle adornada como en sus tradicionales “Festas do Povo” y sus señoritas vestidas con sus trajes típicos cantando con panderetas; Balboa, única localidad de las nuevas poblaciones de colonización (INC), que representaba el campo con una cesta de frutas y un pozo y las señoritas vestidas de blanco y azul; la carroza de la Diputación de Badajoz, que representaba una carabela como la de los conquistadores y las señoritas vestidas de extremeñas. El periodista matizaba que había habido improvisación y falta de tribunas y palcos, así como elegir un lugar más espacioso para poderla contemplarla mejor.

El origen de estas fiestas se debe, seguramente, a la Batalla de las Flores de Valencia, que se basa, a su vez, en la batalla floral del Carnaval de Niza (Francia). En Valencia se incorporaron a la feria de julio en 1891, siendo el desfile de carrozas con batalla floral más antigua de España. Las carrozas hacían un primera vuelta al circuito ante el jurado que, al acabar, premiaba la más bella. Durante la segunda vuelta, los participantes lanzaban al público serpentinas, confeti y flores (claveles). El público respondía a su vez, entregándose así a una batalla pacífica y festiva, llena de aromas y de color. En sus orígenes, tan solo tomaba parte la burguesía valenciana, que mostraba la posición social a través del valor de los carruajes y de los caballos, de la belleza de las ornamentaciones florales y de la riqueza de los vestidos. Con el tiempo, la Batalla de Flores, se popularizó y aconteció uno de los actos más emblemáticos de la Gran Feria de Valencia. También se celebra en otras localidades como Córdoba o Laredo (Cantabria), que es de interés turístico nacional desde 2011.



Fotos de la Batalla de las Flores de Laredo (Cantabria).
 
Fuentes: periódico Hoy, Wikipedia, Ayuntamiento de Laredo.

Agradecimientos: Lolo Maio, por darme pistas sobre esta fiesta.