sábado, 23 de enero de 2021

48. Las desconocidas ermitas de la Trinidad y la Merced de Badajoz en el siglo XV. La última pudo ser el origen del primitivo convento de las Mercedes o Descalzas.

 48.

LAS ERMITAS EXTRAMUROS DE BADAJOZ (VI)

Las desconocidas ermitas de la Trinidad y la Merced de Badajoz en el siglo XV. La última pudo ser el origen del primitivo convento de las Mercedes o Descalzas.

© Pedro Castellanos 
23 de enero de 2021

En el círculo rojo el primitivo convento de las Descalzas. En el círculo verde el primitivo convento de Ntra. Sra. de los Remedios o Trinitarias. Plano de Badajoz del Archivo de Estocolmo (C.a. 1645-50).

El dato inédito aparece en el testamento del doctor Alonso García de Llerena el 26 de noviembre de 1498. Se mandaba enterrar en una sepultura propia «que es delante del coro nuevo» de la Catedral de Badajoz. Esto no da pistas de cuándo se levantó la estructura del coro que hoy conocemos. Lo más interesante es que mandaba limosnas a las ermitas de la Trinidad, Santa Engracia del pozo y la Merced. ¿Eligió solo estas tres por devoción o es que entonces no había ninguna más? De la ermita de Santa Engracia, extramuros, sí teníamos conocimiento históricamente, pero de las otras dos no. El documento habla de ermitas y no de conventos, pues ya existía el de la Santísima Trinidad, fundado en el siglo XIII, considerado el más antiguo de la ciudad (su capilla se hizo de nuevo entre 1608 y 1609). Otra posibilidad es que fuese una ermita intramuros y que más tarde se convirtiese en el convento de Nuestra Señora de los Remedios o de las Trinitarias, al parecer fundado en el siglo XIV (ya existía en 1497). He podido averiguar que estaba en el último tramo de la actual calle Bravo Murillo, haciendo esquina a la calle Eugenio Hermoso. Este podría ser el motivo por el que se conocía desde muy antiguo a esta calle como la del Medio de la Trinidad, para diferenciarla de la calle Trinidad, que es la misma que la actual y baja de San Andrés. Aunque algunas fuentes citan que era debido a que bajaba al convento de frailes y coincidiría en el medio de él.

Lo que sí es cierto y que llama la atención es que hubiese dos conventos trinitarios (masculino y femenino) tan cerca uno del otro, hasta el traslado del femenino a la calle Mesones, hoy San Pedro de Alcántara, en 1654. Hay que recordar que en 1498 no estaban construidos los conventos de Santo Domingo (1556), Santa Ana (1518), Santa Lucía (1505), Santa Catalina (1515), Madre de Dios (1548) y San Onofre (1538). Tampoco el de las Descalzas. Por eso creo que simplemente serían unas ermitas extramuros o intramuros más, como otras que se construyeron a partir del siglo XVI, como las de San Lorenzo, San Lázaro, San Roque, Bótoa, San Miguel, etc. En todo caso, el texto de 1498 debería especificar que las limosnas iban destinadas a los conventos de la Trinidad, de la Merced y a la ermita de Santa Engracia, pero no lo hace, por lo que debe tratarse de ermitas.

La ermita de la Merced, ¿origen del primitivo convento de las Descalzas en el siglo XVI?

Esto, quizá, explicaría la extraña advocación de la Virgen de la Merced o Mercedes para un convento franciscano. Algunos autores citan que este convento ya estaba establecido en Badajoz en el siglo XIV (1311). Solano cita que sobre 1573, pero que dentro había unas beatas. Creo que no es cierto lo de 1311, pues yo lo tengo documentado solo como beaterio el 26 de febrero de 1587, es decir, que todavía no habían tomado los votos. El cabildo catedralicio acordaba ese día hacer una limosna «a las beatas descalzas por votos secretos de cuatro ducados». Entre ellos se encontraba el canónigo y arcediano de Jerez Luis Picado, Alonso de Silva, de la familia de los poseedores de la Casa del Cordón, (1) y el famoso canónigo Juan Morquecho Manzanos, quien cedería su casa para el futuro convento de Santa Catalina (2). Ya estaba fundado como convento de las Mercedes en 1596, pues el entonces obispo de Badajoz Diego Gómez de Lamadrid, mencionaba en un documento el convento o monasterio de Ntra. Sra. de las Mercedes de la Orden de Santa Clara, siendo abadesa María de la Cruz. En 1608 se cita el monasterio de Ntra. Sra. de las Mercedes, que es el convento de monjas descalzas intramuros.

A finales del siglo XV, por poner un ejemplo, ni si quiera estaba construido el cuerpo completo de la torre de la catedral, muchas de sus capillas como la del Sagrario, el actual claustro (1520) ya que el anterior data de 1364. Hasta ahora solo conocemos las tres murallas principales de Badajoz, las árabes de la alcazaba, la cerca vieja (de la que quedan restos) y podemos ver en el plano de Estocolmo y la abaluartada de los siglos XVII y XVIII. Nos podemos preguntar qué muralla había a finales del siglo XV fuera de la alcazaba. ¿Era la cerca vieja u otra anterior? Puede que estuviera tan abandonada y en ruinas la cerca vieja, que es como si no existiera a efectos defensivos y de seguridad. Por eso pienso que la ermita de la Merced pudo ser luego el convento de las Mercedes o Descalzas. No es más que una hipótesis, pero sabemos que el primitivo convento de las Descalzas se ubicaba en el solar de lo que luego fue hospital del capitán Sebastián Montero u hospital Provincial. Toda esta zona, salvo el convento de San Francisco (se cree que fue fundado en el siglo XIV), estaría prácticamente despoblado y despejado de edificaciones hasta la desaparecida puerta de Santa Marina. Hay un documento muy esclarecedor sobre lo alejado que estaba el convento en la hoy plaza de Minayo. El 7 de septiembre de 1671, la abadesa sor Teresa de San Gabriel, cita que había tratado varias veces de cambiar de sitio por ser indecente en el que estaban y pide ayuda al obispo:

Respecto de haber faltado la vecindad y estar casi todo cercado de casas yermas [=deshabitadas], por cuya causa han robado [en] el convento diferentes veces, además de hallarse cada día con hombres dentro de la clausura que, ocasionados en la soledad del sitio, se atreven a saltar la cerca. Y, porque estando el convento tan retirado de la ciudad, no hay quien se incline a tomar el hábito en él y se halla poco número de religiosas. Y, habiendo intentado trocar [=cambiar] este convento con las casas que dejó para hospital Sebastián Montero y ofrecido dejarlo enteramente como está, con su iglesia y teniendo como tiene cuatro salas principales para la cura de los enfermos, además de los patios, agua, corrales, despensas, celdas para viviendas de los oficiales, que todo cede en utilidad de dicho hospital y de esta ciudad, pues pueden entrar desde luego curándose los enfermos en ella. Y, habiendo propuesto al deán de la Santa Iglesia [Catedral], como patrono de dicho hospital, las conveniencias que tienen ambas partes, siendo solamente el convento el mejorar de sitio, dice que no lo puede hacer ni quiere. Por tanto, este convento pide y suplica a vuestra señoría que, interponiendo su autoridad, visto ser de utilidad para las dos partes, nos ampare y patrocine. De suerte que tenga efecto, porque solo su señoría es quién puede.

Si ya en 1671 se consideraba que estaba muy alejado «de la ciudad» y solitario, nos podemos imaginar lo que era la zona en 1498, es decir, 173 años antes. Finalmente el obispo cedería a la pretensión de las monjas descalzas de trasladarse.

 

En el círculo rojo el primitivo convento de las Descalzas. En el círculo verde el actual, antes palacio de Sebastián Montero de Espinosa y del duque de San Germán. En el punto azul el desaparecido convento de San Onofre. Plano de Badajoz del Archivo de Estocolmo (C.a. 1645-50).

Traslado del primitivo convento de las Descalzas al palacio de Sebastián Montero de Espinosa en 1674.

Fue por una real cédula, dada en Madrid el 30 de abril de 1674. El rey les concedía licencia para que se trasladen a la casa del capitán Sebastián Montero de Espinosa y dejasen su convento del campo de San Francisco para hospital de San Sebastián. El traslado se hizo el 11 de mayo de 1674. El provisor, acompañado de varios eclesiásticos, junto con el comandante general y alcalde mayor trasladaron en 4 coches a las 17 religiosas que había entonces. En este día, el cura del Sagrario Pedro Fernández de Aldana junto a otros eclesiásticos, trasladó el Santísimo Sacramento de la primitiva iglesia al nuevo oratorio. Años más tarde, el 11 de septiembre de 1696, se otorgó escritura entre el convento y los patronos del hospital por un mayor valor de la casa del fundador. Se les pagaron a las monjas clarisas al contado 650 ducados (7.150 reales de vellón). Era una cantidad considerable para la época.

El claustro del actual convento de las Descalzas, con sencillas bóvedas de arista, está muy modificado, pero posee unos curiosos capiteles de estilo renacentista con columnas de fuste liso en cada esquina. Nos son todos iguales pero son muy similares. Algunas columnas están empotradas en las paredes, imagino que se realizó al ser desamortizado la mitad de él en el siglo XIX. Hay varias opciones que lo podrían explicar. La primera, es que fueron reaprovechados del viejo convento de la plaza de Minayo. La segunda, que pertenecieran al patio del lujoso palacio del capitán Sebastián Montero de Espinosa, que este compró a la poderosa familia de los Figueroa. Este palacio hacía isla de cuatro calles y llegaba, como el convento hasta 1868, a la calle Santo Domingo. Es posible que, para ahorrar costes, el actual claustro del convento fuese el patio del anterior palacio, donde también habitó el napolitano duque de San Germán a mediados del siglo XVII (3). En el plano de Badajoz de Estocolmo (sobre 1645-50) figura un patio cuadrado en la misma zona de este palacio, con una cara abierta a la actual plaza López de Ayala. Quizá las monjas aprovechasen las otras tres caras y la cuarta se cerró para construir la capilla. Estos capiteles con volutas recuerdan mucho al que se reutilizó como base del púlpito de la ermita del Corazón de Jesús en el siglo XIX. Sería mucho más barato aprovechar ese claustro y las demás estancias y solo hacer una capilla. Como las catedrales de Sevilla o Córdoba, que aprovecharon los patios y las torres de las mezquitas. Parece ser que el claustro del convento de las Descalzas lo sufragó el obispo Juan Marín de Rodezno, pero puede que aprovechase elementos de calidad de lo antiguo, como se solía hacer.



Capiteles del claustro del actual convento de las Descalzas.

Capitel del púlpito de la iglesia del Corazón de Jesús de la Corchuela, muy similar a los del convento de las Descalzas.

La obra del cuerpo de la nueva iglesia del convento de las Descalzas se empezó en julio de 1675. No se incluía la capilla mayor, que se haría después. Esta obra del cuerpo estaba acabada en febrero de 1679. El 19 de noviembre de 1698 el entonces obispo Juan Marín de Rodezno, patrono del convento, comunicaba a su cabildo que el 18 de diciembre de ese año de 1698 se llevaría el Santísimo Sacramento al altar de la nueva capilla mayor, que ya estaba terminada. Si nos fijamos bien, la cúpula del crucero y los canecillos alternados con triglifos exteriores son idénticos a los de la capilla del Cristo del Claustro de la catedral. Ambas obras fueron sufragadas por el mismo obispo Marín de Rodezno. Dentro del claustro del convento de las Descalzas figura una inscripción con la fecha de terminación en 1700, aunque no es del todo cierto, pues quedaron algunos remates. Dice así:

 

ESTE CLAUSTRO Y LA CAPILLA MAYOR, REFECTORIO Y DEMÁS OBRA, MANDÓ HACER EL ILUSTRÍSIMO SEÑOR DON JUAN MARÍN DE RODEZNO, OBISPO DE BADAJOZ, VICARIO GENERAL DEL EJÉRCITO REAL DE EXTREMADURA, DEL CONSEJO DE SU MAJESTAD, MAESTRESCUELA Y CANÓNIGO DE LA CATEDRAL DE PLASENCIA, COLEGIAL EN EL MAYOR DE CUENCA, EN SALAMANCA, FISCAL DEL SANTO OFICIO DE LA INQUISICIÓN DE LA CIUDAD Y REINO DE CÓRDOBA, INQUISIDOR MAYOR DE LA DE GRANADA, CANÓNIGO QUE FUE DE L[A] [CATEDRAL] PRIMA[DA] DE TOLEDO Y DE [LA] CORTE Y CONSEJO DE SU MAJESTAD EN LA SUPREMA Y GENERAL INQUISICIÓN, PATRONO DE ESTE CONVENTO Y PADRE DE ESTA COMUNIDAD. ACABOSE ESTE AÑO DEL SEÑOR DE 1700.

Este generoso obispo, quien mandó construir las Casas Coloradas de la plaza Alta, e importantes obras de la catedral, como el nuevo presbiterio, fue también patrón del convento de Santa Catalina de la calle Obispo. A ellas les fabricó una suntuosa iglesia, presbiterio, sacristía, coro y torre entre 1700 y 1702 (4). Fue el convento femenino más grande que hubo en Badajoz.


Detalle de la inscripción del claustro del actual convento de las Descalzas del año 1700.

¿Cuál fue el motivo de que no se construyese el hospital en las casas de Sebastián Montero?

Fue por la negativa de otras monjas, las jerónimas del desaparecido convento de San Onofre de la calle del Pozo, hoy Menacho, colindantes con la casa de Sebastián Montero de Espinosa. Así aparece en un documento de 1673 en el que ellas envían un poder a Alonso de Noriega y Estrada, residente en Madrid:

Especialmente para que, por nosotras y dicho convento, siga, fenezca y acabe el pleito que por apelación pende al ilustrísimo señor Nuncio de España, residente en la dicha villa de Madrid, en razón de que no sea hospital la casa que fue del capitán Sebastián Montero, que están en esta ciudad, conjunta a este dicho convento, y se sigue con los patronos de dicha casa y hospital que pretenden hacer por razón de que a dicho convento de señor San Onofre se le sigue y pueda seguir por los aires inficionados (5) de malos olores que causarán a dicho convento y nuestras casas principales, que están junto a dicha casa. Cuyas razones tenemos justificadas plenamente en dicho pleito, que en primera instancia se siguió ante el señor provisor de este obispado, de cuya sentencia fue en apelación al tribunal de dicho señor Nuncio.

 

En rojo el desaparecido convento de San Onofre, luego Gobierno Civil, contiguo al actual convento de las Descalzas. Año 1871.

Como conclusión, me resulta curioso que la advocación de dos ermitas desconocidas hasta ahora coincida con dos conventos femeninos siglos más tarde, creo que es demasiada casualidad. El tiempo y otras investigaciones futuras lo confirmarán o no.

Notas:

(1) https://fragmentosdebadajoz.blogspot.com/2018/04/16.html

(2) https://fragmentosdebadajoz.blogspot.com/2018/01/12.html

(3) https://fragmentosdebadajoz.blogspot.com/2019/09/38.html

(4) https://fragmentosdebadajoz.blogspot.com/2018/01/12.html

(5) De inficionar: infecciosos o contagiosos.


domingo, 17 de enero de 2021

47. A desconhecida Ermida de São Pedro e São Francisco no aldeia de Telena em Badajoz (estava sendo construída em 1575). Algumas informações sobre sua Paróquia de Nossa Senhora da Concepção (Ermida de Nossa Senhora do Rosário) localizada dentro do Forte de São João de Leganés.

47 (Português).

sábado, 16 de enero de 2021

46. La desconocida ermita de San Pedro y San Francisco del arrabal de Telena (se estaba construyendo en 1575). Algunos datos sobre su parroquia de Ntra. Sra. de la Concepción (ermita de Ntra. Sra. del Rosario) situada dentro del fuerte de San Juan de Leganés.

46.

LAS ERMITAS EXTRAMUROS DE BADAJOZ (V)

La desconocida ermita de San Pedro y San Francisco del arrabal de Telena (se estaba construyendo en 1575). Algunos datos sobre su parroquia de Ntra. Sra. de la Concepción (ermita de Ntra. Sra. del Rosario) situada dentro del fuerte de San Juan de Leganés.

© Pedro Castellanos
16 de enero de 2021

Plano del fuerte de Telena en 1645 enviado por carta del marqués de Leganés. Copia de 1847. Dentro del óvalo rojo la fuente.

La desaparecida aldea de Antelena, Entelena, o Thelena, estaba situada a unos nueve kilómetros de Badajoz. Era una de las aldeas comuneras que pertenecieron a la capital, como La Mañoca, Albalat o Albalá, Valdesevilla, Talaveruela (Talavera la Real), Valverde (hoy de Leganés), La Albuera, Manzanete (hoy La Roca de la Sierra), Villar del Rey, o Malpartida. Era lindera con la dehesa de Benavides, hoy finca del mismo nombre. Ya existía Telena en el siglo XIII; es citada en las antiguas constituciones del obispado pacense del año 1284. El obispo fray Lorenzo Suárez pedía lo siguiente:

No se haga ración prestamera ni servidera en las iglesias de Entelena con Hinojales y otros ni de Bótova [=Bótoa] con Covillana, porque son lugares de la limitación de la See [=catedral]; ni ponga capellanes y reciban los sacramentos los que moran de los cureros de la See y sirvan las iglesias de los dichos lugares y sus feligreses que moran por capellanes cureros y deben apañarlos sus diezmos en el cillero [=mayordomo] de la See.

El fuerte y poblado estaban situados en una zona estratégica, finca llamada hoy La Castellana, sobre un pequeño cerro de unas 14 hectáreas, con una altura de 176 metros sobre el nivel del mar, rodeado por el riachuelo de Telena, que desemboca frente al Rincón de Caya, por donde se podía llegar a Elvas cruzando el Guadiana a través de un camino real, el llamado camino-callejón, que iba al vado del Chico. Una real cédula del emperador Carlos I y V de Alemania otorgada en Valladolid el 12 de junio de 1551 se incluiría en un libro becerro que el consistorio pacense aprobaba escribir. En él debían figurar las cañadas y rescalvados que tenía la ciudad de Badajoz y su término municipal, para evitar que se usurparan. Los rescalvados eran ensanchamientos de las cañadas para el descanso de los ganados. La cañada número veinte era la de Telena, que tenía 90 varas de ancho (unos 7,5 metros). Cita que empezaba desde el Guadiana, siguiendo por el baldío del Mercadillo, hasta las dehesas de Telena, del Cedeño y La Corchuela. A Telena se podía llegar desde Badajoz por un camino real llamado de Telena, de Albalá o Malos Caminos. Partía del baluarte de San Vicente, «sitio de los molinos o rastrillos de San Vicente, camino de la Granadilla». Como zona fronteriza Telena tenía su propia aduana. El 31 de diciembre de 1591 comparecía el escribano de Badajoz Diego López:

 Y dijo que pone en la aduana del lugar de Telena, arrabal de esta ciudad, que es el portazgo y aduana vieja, según y como estuvo arrendada el año pasado de 1591 [sic], por tiempo y espacio de un año en 500 reales que se han de pagar en tres pagas iguales.

El primer dato que encuentro de esta ermita de San Pedro y San Francisco data del 16 de febrero de 1575, en el testamento de Antonio Rodríguez Barrero, vecino del arrabal.

Ítem mando que cuando Dios nuestro Señor fuese servido de llevarme de esta presente vida [quiero] que mi cuerpo sea sepultado en la iglesia del dicho lugar de Telena, que se nombra de Ntra. Sra. de [la] Concepción, en una sepultura que yo tengo en la capilla de la dicha iglesia. Ítem mando a la dicha iglesia de nuestra Señora del dicho lugar un ducado de limosna y otro medio ducado a la ermita de San Pedro y San Francisco que se hace cerca del dicho lugar.

¿Dónde estuvo la ermita? Es de suponer que cercana a la fuente del mismo nombre, no sé si pasando el arroyo. Solo futuras excavaciones nos sacarán de la duda, si es que todavía quedan restos de sus cimientos. El poblado, que fue humilde, no es lo más interesante arqueológica e históricamente, pero sí el fuerte y sus ermitas. Habría que hacer alguna campaña para sacar a la luz sus restos, al menos para que se sepa qué hubo allí, ya que el lugar está abandonado y sin uso. Ya existía la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Concepción, más conocida como de Ntra. Sra. del Rosario, en 1541. En este año comienzan los libros sacramentales que todavía se conservan. El documento anterior da a entender que la ermita de San Pedro y San Francisco se estaba construyendo en 1575. Nunca más se la vuelve a citar con el nombre de San Pedro. En 1592 se hacía un reconocimiento de censo por Juan Lorenzo, yerno de Alonso García, vecino del arrabal de Telena. Se cita que lo hubo por vía de repaso de unas tierras en ese arrabal «entre la fuente de dicho arrabal y la ermita de San Francisco de dicho arrabal». Al parecer había dos fuentes, la llamada Vieja (ya existente en 1582) y la de San Francisco. Probablemente sean la misma. Hoy la única fuente existente, seguramente la de San Francisco, está completamente rodeada de espesa vegetación. No es nueva esta situación, pues en documentos del siglo XVIII se cita que esas tierras se llenaban de juncos y céspedes en cuanto se dejaban de labrar, a lo que habría que añadir que se inundaban con las lluvias y no se podían sembrar durante el invierno.

Plano del fuerte y poblado de Telena de Leonardo de Ferrari. C.a. 1647. Archivo de Estocolmo. Le falta la leyenda.

No sabemos si fue primero el huevo o la gallina, la ermita o la fuente de San Francisco. La ermita de San Pedro y San Francisco no aparece señalada en el conocido plano de Telena de 1647 (enviado por el marqués de Leganés) ni en el anterior, quizá por estar fuera de la fortificación. La ermita no fue destruida por los portugueses el 4 de agosto de 1643. Así lo podemos comprobar en 1656 en el testamento de María Gutiérrez, viuda de Francisco Fernández y vecina de Badajoz, pero que antes lo fue de Telena:

 Declaro que tengo tres suertes (1) de tierra, que fueron viñas, una tierra de 2.000 cepas abajo de la ermita de señor San Francisco, arrabal de Telena, linde con viña de María Madera, viuda, y viña de la otra parte que fue de Joan Margallo, vecino de dicho arrabal de Telena. Y las otras dos están al camino-callejón que va de Telena a Yelbes [=Elvas] que será tierra de 2.000 cepas, linda una con otra. Y ambas lindan con dicho camino-callejón y con viña que fue de Joan Ortes, vecino que fue de Telena. Y de estas dos suertes se pagan 7 reales de cada un año a Isabel Vas, la Barquera, vecina de Telena, por día de señor san Miguel.

Estas viñas se las dejaba a Isabel Jiménez, hija del sastre Francisco Jiménez, ya difunto, y de Catalina González, vecinos de Badajoz. Unos meses más tarde, el 14 de septiembre, María Gutiérrez hacía donación de estas tierras al cerrajero Andrés Fabra y a su mujer, también llamada María Gutiérrez. Quizá hubiese fallecido Isabel Jiménez. Aquí cita además «una yunta (2) y media de tierra, que harán 8 fanegas de trigo en sembradura, linda la una con la vereda que dicen de Barbarón. Y la otra linda con viña que fue de Gordillo, y con tierra de Antonio Hernández Rabanales, escribano del número de esta ciudad. Y dichas tierras son libres y horras [=exentas] de otro censo». Andrés Fabra se obligaba a pagar a María Gutiérrez tres reales cada semana para su sustento mientras viviese.

 Telena y alrededores en 1982.

El nombre de la fuente de San Francisco lo encuentro por primera vez en un documento de la desaparecida Hermandad de la Santa Misericordia del 21 de abril de 1717. En él, Francisco de Lemos Vera, hermano de la hermandad, arrendaba unas tierras a los labradores de Badajoz Miguel Sánchez Barrocas y José Gutiérrez:

Que dicha santa Hermandad de la Misericordia de esta ciudad tiene y posee por suyas propias una caballería y suertes de tierra, que hoy tiene sembradas el licenciado don Juan Vara Durán, presbítero, que harán cincuenta fanegadas, poco más o menos, al sitio de Telena, término de esta ciudad, que están en dos pedazos, poco distantes el uno del otro, que el uno linda con la vereda que sale de la fuente de San Francisco, y por la parte de arriba con la dehesilla de Telena. Y el otro está a la vega de Telena, y linda con el camino de Albalá, hasta el río Guadiana. Que dichos dos pedazos de tierra se los quedó a dicha Hermandad de la Santa Misericordia don Diego de Alvarado, por su testamento.

Situación del poblado y fuerte de Telena en la actualidad. En el punto amarillo situación aproximada de las tierras de 1773.

Aunque el lugar fue arrasado por los portugueses en el siglo XVII, todavía en el siglo XVIII estaba en pie su ermita o iglesia principal. En 1769 se venden unas tierras en Telena: «Otra tierra de cabida de tres fanegas en sembradura en dicho sitio de Telena, que linda por la parte de abajo con huerta de nuestra Señora y por otro lado con la ermita de dicha imagen». El fuerte también estaba en pie el 22 de octubre 1773, cuando se escrituraba una trasmisión de un censo:

 …un censo que Ntra. Sra. del Rosario de Telena tiene y posee en propiedad de dos cortinales (3) de tierra, uno de dos fanegas y el otro de tres cuartillas, (4) más o menos, en sembradura inmediatos a su ermita extramuros de la ciudad, el primero linda por el naciente [=este] con el arroyo que llaman de Telena; al medio día [=sur] con huerta de dicha soberana imagen; al poniente [=oeste] con fuerte de la ermita; y mirando a la ciudad con solares de las casas del lugar de Telena.

Al primitivo arroyo de Telena se le llama hoy de la Castellana y, de Telena, a un afluente del de la Castellana. Desemboca pasando el camino de Telena en el Guadiana, paralelo al llamado camino-callejón citado en 1656. Nace en las traseras de la finca el Cedeño, frente al Manantío y basurero municipal. El 11 de mayo de 1645 el maestre de campo y corregidor dijo a la ciudad que había ido el barón de Molinguen, capitán general de caballería, con el general de la artillería a reconocer el lugar de Telena por orden del marqués de Leganés. El arrabal estaba desmantelado y se pedía fortificarlo. Se cita también que convendría hacer una atalaya en un cerro que estaba antes de llegar al arrabal, para seguridad. Esta atalaya fue la llamada de la Corchuela o San Gaspar (5). El 26 de mayo se cita que para fortificar Telena harían falta más de 9.000 ducados. El 29 de mayo el ayuntamiento pide ayuda al cabildo eclesiástico para edificar el fuerte de Telena, para que proteja los olivares viñas y demás propiedades dañadas por las tropas portuguesas. El cabildo de la catedral cita que no dispone de fondos, pero permitía labrar durante tres años unas dehesas que tenían cerca de Badajoz. Eran la llamada el Cedeño, junto a Telena; la Bardoquilla, junto al Prado Ruano y Los Abades, junto al Rincón de Caya. El 4 de junio del mismo año se hizo un cabildo de vecinos en la iglesia de San Andrés. La Real Hacienda (del Estado) declara que no podía ayudar a la construcción del fuerte por los grandes gastos que ocasionaba la guerra entre España y Portugal. Se propone que la ciudad ayudase cediendo las dehesas de Prado Ruano y Cañada de Aguas Frías por tres años para sembrarlas. Los arbitrios que se pagarían alcanzarían la cifra de 3.000 ducados, por lo que se necesitarían tres años para reunir los 9.000 previstos de la obra. 56 vecinos votaron a favor y 5 en contra, ya que no acudieron más. El cabildo municipal del 8 de junio acuerda aprobarlo para que el marqués de Leganés ejecutase la fortificación. Se cita que el 9 de noviembre ya se había empezado la obra. En 1654 era gobernador del fuerte de Telena el sargento mayor don Juan de Salas y Valdés.

El origen del nombre del fuerte de San Juan de Leganés. Algunos datos sobre los gobernadores de las armas en Badajoz.

El historiador Juan Solano de Figueroa citaba lo siguiente sobre Telena:

Siempre fue suburbio y arrabal de la ciudad (...). Está sobre Guadiana, [a] una legua de Badajoz, a su medio día [=sur]. Y, aunque con solo 150 vecinos parecía lugar pequeño, no le faltaba nada para rico y le sobraba para regalado. Ya no es nada, porque el enemigo no la dejó sino el nombre, y aún los nuestros se lo quisieron borrar, por ponerle el de San Juan de Leganés. Fue su ruina y la de su iglesia y ermitas un lunes [era martes] 4 de agosto de 1643. Fue su natural el siervo de Dios fray Domingo de Telena, descalzo de la provincia de San Gabriel.

Este nombre del fuerte se debe a la persona que lo mandó construir, que fue Diego Felipe de Guzmán Dávila, I marqués de Leganés y Poza, vizconde de Butarque, gobernador y capitán general de las armas de Extremadura por aquellos años. El sobrenombre de Leganés era por el marquesado que le concedió en 1627 el rey Felipe IV sobre la localidad madrileña, antes llamada Legamar. Por eso se añadió el nombre de Felipe, en agradecimiento al rey. Desconozco por qué le añadió el antenombre de San Juan al fuerte, quizá por devoción al santo, pues en su testamento lo escoge como abogado, entre otros. El cabildo catedralicio de Badajoz le recibió en la noche del 4 de mayo de 1645 y se colocarían luminarias en la torre de la catedral. Complementaría como gobernador de las armas a Enrique Enríquez Pimentel y Osorio, V marqués de Távara, que se despedía del cabildo el 15 de marzo de 1648. En la puerta de la catedral esperaban al marqués de Távara cuatro prebendados, que le dieron el agua bendita de un acetre que tenía un mozo del coro. Entró en la catedral y se sentó en medio de ellos sobre un cojín de terciopelo encarnado colocado bajo una alfombra, saliendo después del templo acompañado de los prebendados.

Después del marqués de Leganés llegaría a Badajoz Ghislain de Bryas, llamado barón de Molinguen o marqués de Molinguen. De origen belga, fue maestre de campo y caballero de la Orden de Calatrava, hijo de Jacques de Bryas, gobernador de Marienburg y de su segunda esposa, Adrienne Nédonchel. Parece ser que en 1644 fue nombrado capitán general de la caballería del Ejército de Extremadura y en ese mismo año vence a los portugueses en Montijo (Badajoz). Cercó Olivenza (entonces portuguesa) un año después y estos triunfos le valieron de este título de caballero de la Orden Calatrava. El 26 de mayo de 1646 ya se cita al marqués de Molinguen, «que hoy gobierna las armas de esta ciudad». Ocuparía este cargo temporalmente mientras estuviese fuera de la ciudad en campaña el marqués de Leganés. El 15 de mayo de 1648 los canónigos Diego de Olmedo y García de Alvarado le pedían centinelas para que los labradores pudiesen hacer su trabajo sin peligro del enemigo portugués en la zona de Santa Engracia y Las Rocillas durante quince días. En esa zona estaba la desaparecida ermita de San Atón. El 4 de mayo de 1649 el marqués de Molinguen entró en la catedral acompañado de cuatro prebendados de los menos antiguos, se sentó en medio de ellos sobre un cojín de terciopelo colocado sobre una alfombra. Allí les explicó que el rey le mandaba servirles donde quiera que estuviese.

El marqués de Leganés, muy devoto de la Virgen de Gracia del convento de San Agustín, se marchaba de Badajoz el 3 de diciembre de 1650. Este día entraba en la catedral a despedirse del cabildo. Estos le recibieron en la puerta con el acetre de plata y el hisopo que llevaba un mozo para rociarle con el agua bendita. Allí estaban presentes varios canónigos y cuatro capellanes del coro. En el cuerpo de la iglesia se colocó una alfombra con una almohada de terciopelo carmesí para que se arrodillase a rezar. Se le dieron las gracias por su labor en la ciudad y los prebendados le acompañaron al altar del venerado Cristo del Claustro. Tras pasar por Badajoz el marqués de Leganés fue elegido en 1653 presidente del Consejo de Italia. El cabildo de la catedral del 9 de mayo de 1653 citaba que se había recibido una carta del marqués de Leganés en respuesta a la que el cabildo le envió dándole la enhorabuena por este nombramiento. Tras rendirse, el fuerte de Telena cayó en manos portuguesas en septiembre de 1646. Ya estaba en poder español de nuevo en 1648, pues Martín de Herrera Monzón, mayordomo del tren de la artillería en el fuerte de San Juan de Leganés, nombraba a Rodrigo Vicente para sustituirle:

Sepan cuantos [por] esta carta de poder, vieren como yo, Martín de Herrera Monzón, mayordomo del tren de la artillería de este real ejército, estando en esta ciudad, plaza de armas, otorgo y conozco por esta carta que doy todo mi poder cumplido a Rodrigo Vicente, vecino de esta dicha ciudad, para que en mi nombre y representando mi propia persona, sirva mi oficio de tal mayordomo del dicho tren de la artillería en el fuerte de San Juan de Leganés, y como tal mayordomo, pueda recibir todas las municiones y pertrechos de guerra tocantes y perteneciente a dicha artillería y distribuirlas con las órdenes necesarias.

Vista desde el cerro de Telena. En el punto rojo el camino-callejón que llega hasta el Guadiana. A su izquierda el arroyo.

Parece ser que en esta batalla de Telena de 1646 falleció el ingeniero militar Rafael de Médicis, que hizo algún proyecto para la fortificación de Badajoz. Como dato inédito, añado que se trataría del hermano, o al menos pariente, de don Nicolás de Médicis, capitán de corazas. Era hijo de Roberto de Médicis y de doña Constanza, naturales de Florencia. Rafael de Médicis contrajo matrimonio en Badajoz con María Suárez, hija de Lope de Mesa Suárez y de Juana de Segura. Fue el 26 de junio de 1647 en la primitiva parroquia de San Andrés.

Reparaciones en la ermita del Rosario de Telena en 1734.

El 27 de octubre el maestreescuela del cabildo catedralicio se había reunido con el mayordomo de la ermita para hablar de los reparos que necesitaba. El 5 de noviembre se citaban las reparaciones que se harían:

Dicho día y cabildo, dijo el señor maestrescuela había pasado a Telena, y reconociendo la obra que se necesitaba hacer en la iglesia, que es componer las puertas de ella, por estar por abajo podridas del temporal y también componer por algunas partes el techo de la iglesia por los tejados, lo que hará preciso de hacerse. Y que si al cabildo le parecía, se podría hacer un portalillo o cubrir lo [de] delante de la iglesia de la parte de fuera, para resguardar las puertas de los temporales. Y conferido el llamamiento, acordó su señoría se compongan dichas puertas de la iglesia y los tejados en donde fuera preciso, para lo cual dio su señoría comisión a dicho señor maestreescuela y para que se tuviere por conveniente el que se haga el portadillo, lo haga hacer, con tal que no sea de bóveda.

Arrendamiento de los restos de la ermita de Telena tras la guerra de la Independencia en 1813. El poblado estaba totalmente arrasado.

El 8 de noviembre se hacía la escritura de arriendo de los restos de la ermita por el cabildo de la Catedral de Badajoz a Juan Barreros de Sosa por 24 años. Comparecían los canónigos José Tous de Monsalve y Alonso Calderón Caveros, diciendo que el 26 de agosto pasado, el labrador de Badajoz Juan Barreros de Sosa, hizo un recurso en el que mencionaba que el pueblo de Telena estaba arruinado y destruido totalmente a causa de las guerras entre los reinos de España y Portugal. Lo único que quedaba en pie era su iglesia, con algunas habitaciones contiguas, una huerta y varias suertes de tierra abandonadas. El cabildo se había hecho cargo antes de la conservación de la iglesia para celebrar en ella misas todos los días festivos, a beneficio de los labradores de aquella zona, que de otro modo no podían acudir. La ermita estaba muy deteriorada, sin puertas ni techumbre y había sido utilizada para encerrar toda clase de ganado, por lo que se arruinaría si no se le hacían varios reparos. Juan Barreros proponía criar su ganado en la zona y pedía la cesión de la ermita y aledaños por 40 años. Ofrecía a cambio reparar la ermita para celebrar la misa en ella todos los días festivos. El cabildo celebró un acuerdo el 10 de septiembre y decide cedérsela solo por 24 años y no por 40 como pedía. Se acuerda cedérsela con sus habitaciones, la huerta y las suertes de tierra, contrato que entraría en vigor el día de san Miguel (29 de septiembre) y terminaría el mismo día de 1837. Se firmaron varias condiciones:

  • Juan Barreros se encargaría de reparar la ermita para celebrar misa, siendo de su cuenta los vasos sagrados y demás ornamentos que se requerían para ello y arreglar las habitaciones para resguardo de la gente que acudiría a misa.
  • Se obligaba a que se pudieran decir misa todos los días festivos del año para que participasen los labradores del entorno, siendo de su cuenta la limosna que se le debía dar al cura, así como el gasto de oblata (pan y vino).
  • Tendría que plantar la huerta de los árboles y legumbres que le pareciese conveniente.
  • En los doce primeros años, él se quedaría con todo lo que produjesen las tierras. Por los doce restantes, pagaría solamente tres fanegas de trigo de buena calidad al año al cabildo.
  • Una vez cumplidos los 24 años, se daría por terminando el contrato.

 

En el lugar abundan restos de ladrillo y teja del primitivo poblado de Telena entre viñas y olivares.


Restos de edificaciones antiguas y un aljibe.

Tal fue la devastación de los terrenos que circundaban la ciudad de Badajoz que quedó reflejado en las actas municipales de 1775:

La guerra sufrida en esta provincia [de Extremadura] desde 1640 con ocasión del levantamiento de Portugal, hasta el año de 1668, dio motivo de infinitas hostilidades, siendo una la de la tala y devastación de las arboledas del término de Badajoz, la del principio de siglo, hasta el año de 1713, ocasionó iguales y semejantes daños.

Son numerosos los documentos que he leído sobre ello. Se talaron todos los olivares, viñas y árboles frutales, algo imprescindible para la alimentación de una ciudad eminentemente agrícola y ganadera entonces.

Notas:

(1) Parte de tierra de labor, separada de otra u otras por sus lindes. (2) Porción de tierra de labor que puede arar una yunta en una jornada de trabajo. (3) Pedazo de tierra cercado, inmediato a un pueblo o casa de campo, que ordinariamente se siembra todos los años. (4) Unidad de medida equivalente a la cuarta parte de una fanega. La fanega de superficie en Extremadura equivale a 6.439 metros cuadrados. (5) https://fragmentosdebadajoz.blogspot.com/2018/01/laverdadera-atalaya-de-la-corchuela-de.html