LAS CAPILLAS CALLEJERAS DE BADAJOZ (II)
La verdadera capilla del Cristo de los Afligidos. Fue construida en 1750. Tuvo una hermandad y el obispo Marín de Rodezno donó la primitiva imagen.
© Pedro Castellanos
27 de mayo de 2018
© Pedro Castellanos
27 de mayo de 2018
Posible
Cristo de los Afligidos, hoy llamado del Perdón.
La
desaparecida capilla se construyó en un nicho de una pared en 1750, con
limosnas de María González y otros vecinos. Fue en la entonces calle de
Sanabria o Verdello. Debido a la fama de la capilla, se la comenzó a llamar
calle del Señor de los Afligidos, al menos desde 1781, hoy acortado como Afligidos. Es un error el texto que aparece en la mayoría de los rótulos de la calle, pues no
fue construida en el siglo XVI, sino en el XVIII. Parece ser que la imagen del
Cristo fue donada por el obispo Juan Marín de Rodezno (1681-1706), aunque la
capilla es posterior. El dato aparece en la revista El Águila Extremeña del 20 de septiembre de 1899: «Después de las obras enumeradas, mandó
levantar los conventos de las Descalzas y Santa Catalina, y edificar para la
población, los arcos de la plaza Alta y otras obras de menos precio.
Concluyamos manifestando que por todas partes dejó en Badajoz signos de piedad
y munificencia como aún lo atestigua la imagen que está por [en]cima de la
puerta del Pilar; el Cristo de la calle
de los Afligidos y otras varias cosas que sería prolijo enumerar».
En realidad era la ermita de San Felipe
Neri del presbítero Andrés Trinidad Preciado Méndez.
La
Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos.
Es muy probable que tras la
desaparición de la capilla la primitiva imagen del Cristo se trasladase a la
cercana parroquia de San Andrés Apóstol, donde tenía sede la hermandad,
prácticamente desconocida. No aparece la fecha exacta de su
fundación, pero existen datos de sus cuentas desde el 28 de mayo de 1812 hasta
el 12 de febrero de 1856. La hermandad celebraba anualmente su fiesta y una
procesión, además de un novenario. Recibía limosnas de sus hermanos, de
particulares, además de trigo y algunos borregos. Entre los gastos anuales que
tenía, figuraba cera para alumbrar su lámpara de día y de noche, o la impresión
de estampas con la imagen del Cristo, «para extender su devoción». También aparecen datos de obras
realizadas en su capilla por alarifes, carpinteros, herreros, etc. Entre ellos,
podemos destacar «al pintor alemán y su
hijo, que por tres veces pintaron del todo o retocaron en parte la capilla del
Señor». Aunque el documento no cita los nombres, por las fechas, se trata
con seguridad del pintor y escultor polaco, que no alemán, Antonio Luschinsky,
nombre hispanizado como Antonio Lucenqui (1). El
otro sería su hijo, el también pintor Rafael Lucenqui Martínez, natural de Badajoz.
Novena al Cristo en 1886.
Figuraba en el periódico El Avisador de Badajoz del 9 de
septiembre de 1886: «Continúa en la
parroquia de San Andrés la novena del Santísimo Cristo de los Afligidos. El
sábado pueden lucrarse en dicha iglesia las indulgencias de la adoración
reparatriz, y el día 14, último de novena, será la función principal a las
diez, con sermón».
Bendición de una nueva imagen en 1926.
Fue donada por Francisca Faustina González Terrón. Ella había donado en 1921 la
corona de la Virgen de las Mercedes que hizo la Joyería Castellano.
Fue
bendecida el 26 de marzo, así lo citaba el periódico local Correo Extremeño: «Hoy
martes, a las seis y media de la tarde, se celebrará en la iglesia del apóstol
San Andrés la solemne bendición de la devotísima imagen del Santísimo Cristo de
los Afligidos, que para dicha iglesia ha sido donada por sus constantes favores
por doña Faustina González Salado [sic]. Es de esperar que la antigua y
tradicional devoción que esta parroquia sostenía a nuestro Señor de los
Afligidos se arraigue e intensifique con más hondos fervores. Con este motivo,
después del piadoso ejercicio del Vía-Crucis, se cantará un solemne Miserere». Ella
había donado en 1921 la magnífica corona de plata de procesión que posee la
Virgen de las Mercedes de la iglesia de San Andrés. Fue realizada por la
Joyería Castellano de Badajoz; ha sido restaurada recientemente y se le suele
poner en sus cultos de septiembre. También había costeado la restauración de la
capilla de la Virgen de las Mercedes en 1929. Su actividad caritativa la vuelve a desmostar un año antes, al pagar 30.000 pesetas de entonces en 1928
para una sala de operaciones del futuro Sanatorio Augusto Vázquez, cuya obra
comenzó en mayo de 1929 y fue inaugurado en 1931. Parece ser que él trabajó
Francisco Franco, alias Curro Franco. Se le puso ese nombre en homenaje al
famoso cirujano pacense Augusto Vázquez Torres (1883-1965). A partir de 1943 fue
llamado 18 de Julio y hoy una
residencia de ancianos. Este nuevo Cristo de los Afligidos debe tratarse del
hoy llamado Cristo del Perdón. Es de pasta de madera policromada y seguramente
procede de Olot (Gerona). Es una obra probable del taller del
escultor catalán José Mató Carbonell, que también recuerda al Cristo de la Fe de la iglesia de Santo Domingo.
Corona de la Virgen de las Mercedes. Posible Cristo de los Afligidos. Ambos fueron donados por doña Faustina Francisca González Salado.
A
la familia de la donante se los conocía por los «Salaos». Doña Francisca
Faustina González Terrón cambió su segundo apellido por Salado, mote que tuvo
su padre. Debió ser una persona muy rica, pues todavía se conserva su imponente
panteón con su nombre en la parte antigua el Cementerio de San Juan Bautista de
Badajoz, donde en su portada figura Faustina González Salado, pero dentro, en
la lápida, figura Faustina González Salao (sic). Francisca Faustina nació en
Badajoz el 9 de marzo de 1849 en la calle de la Trinidad nº 13. Era hija del carpintero Juan Francisco
González Hernández, conocido por «Salao», fallecido el 5 de diciembre de 1894 a
los 72 años, y de María Antonia Terrón. De este matrimonio tuvieron dos hijos, el rico industrial Jacinto
González Terrón Salao, socio de una empresa de coches de línea con sede en la
plaza de España nº 13, fundada en 1897. Estuvo
casado con Matilde Bigeriego Gutiérrez,
fallecida en la calle Trinidad nº 4 a los 76 años el 20 de diciembre de 1924. Jacinto falleció el 28 de abril de 1913. Su esposa Matilde era hermana del
famoso y rico industrial del hierro y fundición Fernando Bigeriego Gutiérrez,
vecino de la calle Menacho nº 39, fallecido el 28 marzo de 1917. Parece ser que de
su taller salió el metal del kiosco de la música del paseo de San Francisco,
terminado el 10 de agosto de 1894. Tenía una ferretería y almacén llamado San
Francisco, en la misma plaza. Como curiosidad, puedo citar que su taller también fabricó la veleta con los
puntos cardinales de la columna meteorológica que estuvo en la plaza de España,
hoy en el parque de Castelar, o el hierro que se utilizó en el Centro Obrero,
que todavía conserva sus barandillas. La otra hija fue Francisca Faustina,
casada con Aureliano Aguilar Macías, que falleció en Badajoz el 24 de agosto de
1896, a los 56 años sin dejar hijos. Faustina falleció en Badajoz el 2 de mayo
de 1942 en su casa de la calle Arco-Agüero nº 23, a los 93 años.
Panteón de Faustina González Salado en
el Cementerio Viejo de Badajoz.
Quinario al Cristo en 1930.
Lo
citaba el periódico Correo Extremeño
el 30 de marzo de 1930: «Mañana empieza
el solemnísimo quinario que dedica al Santísimo Cristo de los Afligidos que se
venera en dicha iglesia, la piadosa señora doña Faustina González Salado, con
ocasión del primer aniversario de la bendición de su imagen. Todas las tardes,
a las siete, después del rezo del santo Rosario, se hará un piadoso ejercicio,
terminando con sermón y solemne Miserere. Predicarán los señores siguientes:
primer día, don Amador Almeida, capellán castrense; segundo día, don Ildefonso
Jiménez, notario mayor del obispado; tercer día, don Eloy Soriano Díaz; cuarto
y quinto día, señor cura párroco. Todos los días, a las ocho de la mañana, se
dirá una misa que se aplicará por todos los difuntos de la feligresía».
Últimos cultos conocidos al Cristo: el
triduo de 1931.
Los
últimos datos que tengo de la imagen del Cristo aparecen en el periódico Correo Extremeño del 29 de marzo de
1931: «Solemnísimo triduo de expiación y
penitencia en honor del Santísimo Cristo de los Afligidos, que con tanta
devoción de todos los fieles de Badajoz se venera en la iglesia de San Andrés,
de esta capital. Se celebrará durante los días 29, 30 y 31 de marzo, al toque
de oraciones en dicha iglesia. Todas las tardes, después del rezo del santo
Rosario, se hará el ejercicio de las cinco llagas, meditación y plática, a
cargo del señor cura párroco, terminando con el canto del Miserere por nutrido
coro de voces. Los cultos serán, el primer día, a intención de doña Antonia
Villanueva; el segundo, doña Julia Lozano, y el tercero, doña Faustina González
Salado». Podemos comprobar como de un novenario se pasó a un quinario y por
último a un triduo. Esto indicaría que la devoción se fue perdiendo
paulatinamente. Se perdería definitivamente tras los sucesos de la proclamación
de la II República y la Guerra Civil. Afortunadamente esta imagen recibe de nuevo culto en la parroquia de San Andrés. Procesiona en la noche del Jueves Santo en un Víacrucis al
estilo medieval desde hace algunos años.
Notas:
(1) Ver entrada nº 3 del blog. «Tres obras inéditas del pintor y escultor polaco Antonio Luschinsky (1767-1833) en Badajoz», del 14 de julio de 2017.
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